Cada vez que una persona que no se anima a manejar decide enfrentarse a esa situación, comienzan a manifestar sensaciones corporales o pensamientos negativos que molestan y perturban. Acostumbro a decir que nada grave está sucediendo en ese momento pero la experiencia de sentir opresión en el pecho, taquicardia, temblores, sudoración o de pensar que van a tener un accidente hace que se eviten esos momentos y en consecuencia se decida no salir a manejar.
La pregunta fundamental es si esas sensaciones pueden ser borradas y la respuesta es que no inmediatamente. La respuesta es que esas sensaciones o pensamientos desaparecerán después de atravesar un proceso que puede llevar más o menos tiempo dependiendo de cada persona. Mientras tanto hay que aprender a convivir con ellas tratando de que cada día sean menos intensas.
Una de las prácticas que favorecerán la convivencia con las manifestaciones de la ansiedad y que nos ayudarán a reducirlas es la respiración orientada a la relajación y a la conexión con nuestro cuerpo. Existen varias técnicas dirigidas hacia esos objetivos, yo recomiendo algunas que adapté especialmente para realizar sobre tu vehículo en los instantes previos a conducir. Otras podrás realizarlas diariamente en tu hogar como una práctica que ayude a aquietar los pensamientos anticipatorios negativos.